Horóscopo Mensual Piscis- Mayo 2025

Horóscopo Mayo 2025

Querida Piscis… tu corazón es grande, sí. Pero no es un refugio para personas que no saben cuidar lo que sienten ni lo que tocan.”

Mayo llega con toda la dulzura de Tauro y esa sensación mágica de “todo está conectado” que tú adoras. Todo se siente bonito, ligero, sincronizado. Te envuelve como brisa primaveral… y tú feliz, dispuesta a entregarte con alma y brillitos.
Y sí, es hermoso.
Pero también es peligroso si usas tu sensibilidad como excusa para permitir lo que en el fondo sabes que te duele.

El 2 de mayo, tu regente Neptuno se une a Venus, y tú quedas flotando en una nube de belleza, intuición y fantasía romántica.
Ideal para crear arte, escribir poesía, escuchar música triste mirando por la ventana y decir “lo siento todo”.
Pero cuidado: ese “lo siento todo” no debe ser un permiso para tragarte todo.
No estás aquí para absorber el caos de los demás como si fuera parte de tu dharma emocional.

 

Esenciales para una Piscis

El 10, Mercurio te invita a hablar, y tú… bueno, tú empiezas a tener ideas, conversaciones, a sentir que puedes decir algo real.
El 12, la luna llena en Escorpio te pega en lo más profundo: tus creencias, tus verdades, esa vocecita interior que sabe exactamente qué estás ignorando por “ser buena”.
Y aquí es donde viene el plot twist:
Ser buena no significa ser sacrificable.
No tienes que explicarle al universo por qué te quedas en dinámicas donde das todo y recibes confusión.

Entre el 13 y el 17, podrían aparecer ideas, personas o recuerdos que te recuerdan que no siempre fuiste tan permisiva. Que hubo una versión de ti que sabía poner límites, pero la perdiste entre excusas espirituales y justificaciones emocionales con forma de “es que yo entiendo que está roto”.
Sí, Piscis, pero ¿y tú qué?

Cuando entra Géminis el 20, te da el pretexto perfecto para volver a ti: tu hogar, tu espacio, tu centro.
Es momento de limpiar no solo tu casa, sino también tu aura emocional:
sacar las historias, los vínculos, los patrones que ya sabes que no te construyen.
Y si tienes que llorar, lloras.
Pero esta vez lloras limpiando, no reteniendo.